...Y darse cuenta que la noche se ha cerrado
Ya sin nubes,
Ya
sin Luna.
Caminar sonámbulo;
Alienado,
Por infinitos caminos.
-misteriosos caminos;
muertos senderos aun
vírgenes de huellas –
...
Y Gritar maldiciones al cielo, maldiciones
sordas.
Quedarse sin Dioses, sin música.
Sin destino.
Sentir las entrañas crudas de sueños.
Las manos vacías
La tristeza atornillada
a los cimientos.
Descubrirse
huérfano de Dioses,
Saberse tumba sin epitafio.
Observar la propia sombra
Sentada
al borde del abismo.
ignorando
sus
misterios.
Escribir, quizás estos versos,
desde
El centro mismo del Infierno;
Recostado
de cubito dorsal
Y
sintiendo frío.
Mucho frio...
Nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario