Mis párpados despiertan
hacia
la noche
impregnándose
de Lunas prometidas.
Acamparé, ya cansado,
a la vera del camino
que
transito;
Detendré
en el tiempo
cada
huella,
cada
murmullo,
cada
caricia…
Mariposas de la Noche,
cada
estrella
rondara
furtiva,
acariciando
la
tibieza de mi hoguera….
…Y en mi soledad,
buscaré cada una de mis heridas;
las
sumare
y
multiplicare,
hasta
lograr con todas ellas
juntas
y
coaguladas,
un
único
y
definitivo
Dolor….
Cruzara, entonces, la Noche
un
Grito
surgido
de
las entrañas
de
mi Alma…
Un
Grito
de
parto,
de
vida
de
esperanza…
Y un
llanto
contenido
en la
garganta,
bautizará
mi nuevo Ser,
Renaciente,
e
inmenso,
Habitante,
por siempre,
de
tu mirada….
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