Shh!
No levantes ya la voz en el
entierro
de
mi aire onírico…
la sequía de sus nubes de promesas…
No muevas un centímetro tu cuerpo
hacia fuera de este abismo…
No digas nunca.
No digas siempre.
No digas ahora;… No digas.
Deja que el silencio sea manta
que
entibie
los
glaciares…
Que los ojos se antorchen
en
la noche
sin
plegarias….
Shh!
No levantes la voz… solo observa:
…Mi piel cae como escamas,
dispersándose
sobre
la sombra…
…Fuera de mí:
Mi garganta busca el aire,
que le escupa ese grito
que dormita en su sueño!!!
" Soy la piedra
en el zapato
de la imagen
del espejo…"
Soy el habitante del Otro Lado;
El alquimista de Dolores;
Inquilino de mi Infierno…
Recito de memoria
las heridas que la sangre
me repite en cada verso…
Soy la llaga en mi cuerpo;
El reflejo de verdades
que me callas en silencio…
Shh!
No levantes ya la voz …
Solo escucha mi murmullo,
que replica como eco :
" Soy la mugre
en la uña
de la garra
de mi muerte…"
- Pesadilla de mis musas;
Distorsión de mis espejos… -
shhh!genialmente,fuerte!
ResponderEliminargracias, vecina
Eliminarshhh,merece!
EliminarHola Germán ¡qué bueno descubrirte!
ResponderEliminarNo sé mucho de poesía: me llega o no. Tampoco se encuentra en Internet demasiada calidad.
Fue un gusto leerte y lo seguiré haciendo.
Saludos de una ítalo-porteña.
gracias, Mirella, un gusto.
Eliminarsin levantar la voz...en silencio. Cordialmente. Lucrecia.
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