¿Y, para qué manos, si
la sangre se va arrastrando hacia el centro mismo del Infierno…?
Dime; ¿Quién masticará este dolor, atornillado a la
inconsistencia de mi Alma…?
¿Quién describirá a esos Ángeles,
resbalando, hacia el ocaso de los Cielos…?
Ah! Melancólico
tobogán de los días venideros!
- Hemos sido consumidos,
en el inicio helado del Incendio -
Lejos ha quedado ya,
el frondoso árbol escupidor de manzanas,
Lejos, llora hoy la
herida, suplicando a gritos la caricia de la daga…
Mártires inconclusos, de la dicha infinita.
Marionetas de papel, en la lluvia y su desidia.
Nuestra sangre va
chorreando los caminos de las Biblias. - ¿ y quién la bebe? -
Nuestros rezos van cantando,
una plegaria enardecida. - ¿ y quién la escucha? -
Muñecas rotas, en los juegos de la Muerte.
Cenizas truncas, en la infancia de los
fuegos.
¿Y, para qué manos, si
la sangre se va arrastrando hacia el centro mismo del Infierno…?
Grita el dolor, desde
el ancestro antecesor, del inicio de la herida.
Gime la llaga abierta,
desde el comienzo del principio del Nacimiento de la vida…
- Hemos sido consumidos, desde la primer
chispa helada del Incendio -
Y ya no hay Dioses en la Aldea … Y ya no hay rodillas en nuestras venas…
… Cenizas truncas…
… Muñecas rotas….
"Lejos, llora hoy la herida, suplicando a gritos la caricia de la daga…"......que ponga fin a tanto martirio...magnífico y desesperante...
ResponderEliminar