Debiste saber
que el fin de la grieta del espejo era esto…
Ah! Sonámbula alienada, que nadaba la Noche enclaustrada en su
/Sombra.
Aquí:
las verdades de la sangre Aquí:
se esconden El viento aúlla sus lamentos,
en los rincones del silencio. Pariéndolos
al nacimiento del vacío.
Ah! Sonámbula alienada, que danzaba en las puertas del Abismo.
Debiste saber –antes de lanzarte –
que el fin de la grieta del espejo era esto…
(Una herida y una grieta. Y un Espejo.
Y otra herida. Y otro Espejo….)
Fotografia: Ivica Kostic - Mirror - |
Siempre víctimas de nuestros engaños.
ResponderEliminarFelicidades por el poema-reflexión.
muchas gracias por tu visita. Un gusto.
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