¡Ah, Dark
Lady!
El
reflejo de mi carne, aullaba junto a ti,
del lado de los caracoles del destino…
¡Y
cómo reía él! ¡Y cómo reías tú!
- Y
cómo bailaban sus sombras blancas,
L a m i e n do
las esquinas de la Noche !
¡Ah, Viuda Negra!
-¡Amante hipnóptica, chorreada de Muerte! -
Tus naipes vuelan, i n c i n e r a d o s.,
desde los círculos del espejo – y sus esquinas
–
¡Dark Lady! ¡Dark
Life!
¡Sweet Death!
Tu suerte ha dejado
muda, a mi sangre inundada
/de Tierra Baldía…
Tu lengua de
fuego frío
Acaricia, s e x u a l m e n t e,
el
fálico existir
de
toda mi herida.
Fotografia: Andreas Bitenich |
que monstruo Valva!!!qué imagen !!!andas levitando pueta
ResponderEliminarAgridulce sin edulcorar , saboreando lo sensual entre lo perdido o escondido de la pasión...
ResponderEliminar