Las formas se revuelven
(y desenvuelven)
en
plena profanación del Orden.
La esencia se
subleva
Y
El latido esgrime
llanto.
(Ya tu charco se
ha secado
sobre
mi alma;
ya el humo de mi ojo cremado
tizno de Nada
tu
anárquica cara)
Y el Cielo se
estremece en un cocktail de fluidos.
( Misteriosos
fluidos descubiertos sobre
el Panteón de esos Dioses superfluos )
El cielo se
entorpece, sí. Y la noche calla.
Y la Tierra
enloquece
Cuando el suspiro
ya no alcanza
Para apagar tanto
fuego encendido
Sobre
El
pagano umbral
de
una cama...
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