Una mueca
en el Cielo, atesorando las tormentas.
Una herida en la Tierra que no cesa – y que
no cierra –
¡Abrid paso, lumpen de
ignotos pusilánimes, al fragor de un grito condensado!
¡Abrid paso, coagulo
insurrecto del semen desperdiciado, a la esencia viva del /Verbo y su pecado…!
Ah!
Fuego concebido en los delirios de las aguas.
El aire quema las pupilas.
El viento anestesia las pestañas.
¡Aquí se rasgan las pieles,
de las Almas y sus condenados!
¡Aquí yacen los huesos de
los Cristos rotos! - y de los Cristos
endiablados -
Un tigre danza su muerte, destiñendo
los sueños de amarillo.
Un rino escapa sonámbulo, de
la pesadilla del insomnio de un niño.
¡Ah! ¡ Noches de Soles
rotos!
¡Ah! ¡Días de obscuros resplandores!
¡Corred la sombra de todas las
luces!
¡Corred las cortinas de vuestros abismos!
Aquí la Luna es Aurora, y la Aurora gime, pariendo Noches.
Aquí la sangre sobrevuela los
cuerpos, y los cuerpos triangulan sus manos
/y sus reproches.
/y sus reproches.
Un tigre danza su mueca, atesorando
la herida que no cierra.
Un rino destiñe el espejo, de
un niño que explora su Alma.
Hoguera de los sueños rotos.
– De los sueños truncos –
Fogata onírica de las realidades..
- Dalí en el Cielo.-
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